Introducción
La digitalización y la modernización de la actividad empresarial es una realidad que afecta a empresas de todos los tamaños. Este es un proceso que, por un lado, implica grandes desafíos; por el otro, abre un gran abanico de posibilidades.
La implementación de la factura electrónica es un paso más hacia la digitalización y modernización de todo el tejido empresarial. Prueba de ello, son las novedades de la Ley Crea y Crece y la Ley Antifraude, que amplía la obligación de adoptarla a todas las empresas y profesionales autónomos en sus transacciones comerciales.
Si nos centramos en la gestión de las cuentas por cobrar, la implementación de la factura-e tiene un impacto significativo, ya que, con ello, se persigue reducir la morosidad y fraudes, garantizar una mayor transparencia y trazabilidad de las operaciones comerciales, optimizar costes y mejorar la relación con clientes.
Antes de ver en detalle qué implicaciones conlleva dicha implementación en la gestión de cuentas por cobrar, repasamos algunos de los requisitos de las citadas normativas en relación con la facturación electrónica.