¿Qué es un requerimiento de pago?

A veces, a pesar de las reclamaciones y notificaciones formales, se agotan las vías para obtener el cobro de deudas de forma amistosa. En dicho caso, el acreedor puede recurrir a un procedimiento judicial llamado “requerimiento de pago” para reclamar al deudor el pago de la deuda contraída, es decir, el cumplimiento de su obligación.

Este requerimiento se puede iniciar sea cual sea el importe de la deuda, siempre que esta se establezca por lo siguiente:

• Un contrato (una factura pendiente tras la ejecución de unos trabajos o servicios, una venta o incluso el reembolso de un préstamo, por ejemplo).
• Una obligación legal por un importe determinado (por ejemplo, cotizaciones por un fondo de pensiones).
• Una deuda comercial (una letra de cambio, un pagaré o la aceptación de una cesión de créditos profesionales).

¿Cómo formular una solicitud de requerimiento de pago?

Para que esta solicitud resulte válida y eficaz debe incluir unos datos obligatorios:

• La fecha en la que se realiza, es decir, la fecha exacta en la que se requiere el pago.
• Los datos del acreedor: nombre y apellidos, fecha y lugar de nacimiento, nacionalidad, profesión, dirección, teléfono y firma.
• Los datos que se conozcan del deudor: nombre completo y datos de contacto.
• La denominación o razón social, forma jurídica, nombre del representante legal, en caso de persona jurídica.
• El objeto de la solicitud.
• La cuantía precisa de la suma reclamada y el desglose de los diferentes elementos que componen la deuda, su concepto y origen.

Dicha solicitud debe ir acompañada de todos los justificantes que sirvan para probar el fundamento de la solicitud.

¿Cuánto cuesta un requerimiento de pago y cuál es su plazo?

Puede que el requerimiento de pago no sea un procedimiento costoso, pero las demoras en los pagos pueden tener repercusiones muy negativas en la tesorería de la empresa, más si cabe cuando se multiplican y se hacen duraderas. Además, nada garantiza que se obtenga una respuesta favorable y se cobre la deuda. Ante plazos de pago demasiado largos, las empresas más frágiles deben protegerse al máximo contra el riesgo comercial.