En el momento actual, con la actividad económica atenuada por los efectos de la pandemia, las empresas necesitan encontrar la forma de aumentar su productividad y obtener los mejores resultados económicos. Una de las formas más efectivas es mejorar sus procesos y la tecnología que los soporta.
Prácticamente todas las empresas de cierta entidad ponen gran interés en los sistemas más habituales para llevar a cabo su gestión (ERPs, CRMs… etc). Pero hay aspectos en los que, en general, no ponen demasiada atención o incluso los descuidan claramente, como con la gestión eficiente de cobros y el crédito a clientes.
En Covline, hemos preguntado a nuestros clientes cuáles eran sus objetivos para mejorar en parámetros que ellos consideraban fundamentales para mejorar sus resultados antes de implementar una solución de cobros y crédito a clientes. Hemos reunido sus respuestas y, para no hacer una lista inmanejable, las hemos resumido en cinco puntos.
Estos eran sus objetivos:
- Obtener beneficios financieros (por disminución del período medio de cobro, impagados..)
- Implantar una solución que dé cobertura a los procesos de gestión de cobros, de riesgos, y de incidencias en facturas de clientes, que sea fácil de usar.
- Disponer de informes e indicadores financieros y operativos como DSO, ageing, período medio de resolución de incidencias, reclamaciones realizadas …
- Obtener beneficios operativos con la implantación de la solución (gracias a la automatización de tareas rutinarias como envío de emails, cartas, emisión de informes, etc.).
- Tener una herramienta que interactúe con el resto de los departamentos y con los clientes, así como otros elementos externos (aseguradoras del crédito…)
Como ejemplo, una vez implementada la solución, este cuadro expone cuánto ha sido capaz de reducir una de estas empresas el DSO (Periodo Medio de Cobro) de 114 días a 104 en menos de dos años.
Teniendo en cuenta que ésta es una empresa con alrededor de 800 millones euros, se puede hacer un cálculo del beneficio financiero obtenido. Y este es sólo uno de los objetivos cumplidos. Si sumamos el resto, puede imaginarse cuanto se puede ganar en productividad y competitividad.
