Muchas son las empresas que deciden migrar a la nube por las numerosas ventajas que presenta: escalabilidad y flexibilidad, ahorro de costes, aumento de rendimiento y productividad, altos niveles de seguridad, posibilidad de acceder a tecnologías avanzadas, por mencionar solo algunas.
No obstante, una transición a la nube satisfactoria y sin contratiempos requiere una planificación y estrategia bien definidas en la que se evalúan la seguridad de los datos, la selección de proveedores de servicios y el cumplimiento de la normativa vigente.