El ratio o coeficiente de solvencia es un índice muy importante para cualquier empresa, ya que mide su capacidad para hacer frente al pago de sus deudas y obligaciones. En otras palabras, indica si el valor de sus bienes y derechos es suficiente para solventar las deudas y obligaciones que tenga en cualquier momento. Es conveniente que las empresas dispongan de un programa para calcular este tipo de índices de manera rápida y sencilla. Uno de ellos es el software ELOFICASH, que permite gestionar el riesgo de crédito y cobro a las empresas, facilitando el trabajo a las compañías interesadas en conocer su solvencia y la de sus clientes.
Cálculo e interpretación del ratio de solvencia: cómo saber si un nuevo cliente tiene solvencia para pagarnos
El ratio de solvencia permite a las empresas saber si sus clientes, ya sean actuales o potenciales, tienen la capacidad para pagar sus deudas. Para ver cómo se calcula el ratio de solvencia, debemos saber que hay dos maneras de hacerlo:
- Forma agregada: Se calcula dividiendo el activo total de la empresa por su pasivo total, sin tener en cuenta el patrimonio neto. Da información sobre la solvencia de la empresa en el largo plazo.
- Forma desagregada: Se utilizan los mismos elementos que en el cálculo anterior, pero esta vez se distingue entre activo corriente y no corriente, y lo mismo con el pasivo, para poder representar también la solvencia de la empresa en el corto plazo.
Para profundizar un poco en estas dos maneras de calcular el ratio de solvencia, la forma desagregada se utiliza debido a que activo y pasivo corrientes se refieren al corto plazo, por lo que a través de esa fórmula podremos distinguir entre la capacidad de solvencia a corto y largo plazo. De igual manera, la fórmula que se suele utilizar de manera habitual es la agregada, y su interpretación es fundamental para entender cuándo se considera solvente a una empresa. A continuación, explicaremos de manera sencilla cómo acreditar la solvencia económica y financiera a través del cálculo del coeficiente de solvencia.
Generalmente, cuando el ratio de solvencia es de 1,5 o superior (150 %), podemos hablar de que el cliente es solvente, y podrá hacer frente a sus obligaciones de pago sin ningún problema. Si el ratio es mucho mayor que el 150 %, posiblemente estará desaprovechando sus recursos económicos, pero seguirá teniendo una elevada solvencia.
Por otro lado, si el ratio es inferior a 1,5, nuestro se dejará de considerar solvente y debe aumentar su activo o reducir su pasivo para solucionar el problema. Si el valor es mucho menor al ratio, mayor será la desconfianza por nuestra parte. En este caso, donde el ratio es inferior al 150 %, a nuestra empresa no le conviene hacer negocios con este cliente, ya que el riesgo de que no pueda pagar en los plazos estipulados se considera elevado.
La capacidad de hacer frente a las obligaciones de pago es uno de los indicadores fundamentales que las empresas deben tener en cuenta a la hora de negociar con nuevos clientes. Gracias a un índice como el ratio de solvencia, las empresas pueden conocer de primera mano si las compañías con las que trabajan podrán pagarles a tiempo, siendo un factor fundamental a la hora de incorporar nuevos clientes.