26 Mar, 20 / post / Blog

Qué es el factoring y cuándo elegir esta opción

Realizar la gestión de cobros no es una tarea fácil en ninguna empresa. La morosidad es uno de los grandes enemigos de las pequeñas y medianas empresas, pero también de las grandes corporaciones. Ante el riesgo de pérdida de liquidez que pueda suponer el impago de facturas de algunos de tus clientes, debes estudiar qué es el factoring y cuáles son todas sus posibilidades.

El factoring es un sistema de financiación en el que una empresa vende el derecho de cobro de una factura impagada a un tercero. Bajo este sistema de credit management, la empresa podrá recuperar parte del importe de la factura y la entidad financiera avanzará su importe y/o asumirá el riesgo de impago.

Este método se realiza mediante un contrato en el que el titular de la factura cede el derecho de cobro a otro, quien se encargará de gestionar el cobro. Se trata, en definitiva, de una vía que permite adelantar el mecanismo de cobro, y en algunos casos también de asegurarse de cobrar el valor de los servicios o productos vendidos.

Servicios de factoring

Mediante este mecanismo de credit management, la empresa consigue mucho más que adelantar facturas y puede llegar a beneficiarse de múltiples servicios. Estos son los distintos tipos de factoring que hay:

  • Factoring sin recurso: la entidad financiera asume por completo el riesgo de impago de la factura. Se trata de la modalidad más habitual.
  • Factoring con recurso: la empresa responderá ante el impago y la entidad financiera solo si adelanta el importe.
  • Factoring con notificación: la comunicación con el deudor será responsabilidad de la entidad financiera y esta recibirá el pago de la factura.
  • Sin notificación: no se comunica el cambio de propietario del derecho a cobro y el deudor pagará a la empresa con quien subscribió el servicio o la compra de los productos.
  • Riesgo de cambio: en caso de facturas internacionales con cambio de divisas, se puede realizar un contrato de factoring que asuma el riesgo de cambio del valor de la factura.
  • Asesoramiento financiero a deudores: la entidad financiera puede asumir el asesoramiento financiero al deudor para facilitar que pague la factura.
  • Con globalidad: se pueden encontrar casos en los que una entidad financiera gestiona el cobro de múltiples contratos con un mismo cliente.

¿Cuándo recurrir a este recurso?

Esta tipología de cobro es muy interesante para el anticipo de un gran número de facturas. Cuanto menor es el riesgo de impago y mayor es la solvencia del cliente, más barato se podrá ofertar el servicio de factoring. Por lo tanto es recomendable usar esta vía como medida preventiva ante impagos que como medida reactiva.

Puesto que el factoring no está regulado como método de financiación y se fundamenta en el libre derecho de contratos, existen múltiples tipologías distintas de contratos que deben ser analizados en detalle.

Por todo ello, lo mejor es rodearse de los mejores profesionales y contar con un software de gestión de cobros como ELOFICASH, que tiene capacidad de adaptarse a las necesidades concretas de cada caso y cuenta con una gran flexibilidad y accesibilidad en todos sus servicios.

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